¿Cómo alimentar a un gato callejero con responsabilidad?

Ayudar a un gato callejero comienza con un gesto: ofrecerle comida. Pero hacerlo bien es clave para no crear más problemas.

Primero, opta por comida húmeda o fresca: es más fácil de digerir y aporta hidratación, especialmente si el gato no tiene acceso regular a agua limpia. Evita sobras humanas con sal, especias o huesos. Si puedes, ofrece un mismo horario y lugar cada día—esto reduce el estrés del gato y evita conflictos con vecinos.

¿Y si se deja tocar? Acude a una protectora o veterinario: puede ser candidato a castración, adopción o control sanitario. Alimentar también es una forma de cuidar su futuro.

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